De acuerdo con la literatura, la inclusión financiera es un medio para combatir la pobreza, la desigualdad, y elevar el bienestar y las condiciones de vida de los más pobres. La falta de acceso a los servicios financieros puede generar una trampa de pobreza y llevar a mayor desigualdad. La provisión de acceso a instrumentos financieros aumenta el ahorro, mejora la inversión productiva y amplía el consumo, y genera un mayor empoderamiento de las mujeres.